Imaginad estar en una playa paradisíaca, con el sonido del mar turquesa de fondo, el aroma salado en el aire y la brisa acariciando la piel. En la mano, un fresco cóctel de mango y coco. Todo invita a la calma, a desconectar del mundo y entregarse al placer del momento.

Esta mezcla de aromas te transporta allí: es cálida, afrutada, limpia y profundamente relajante. Una invitación a parar, respirar… y soñar despierto.

Reformulada 07/2025